Ryanair quiere seguir creciendo en Zaragoza, con base de operaciones permanente o sin ella, como demuestra el hecho de que esté estudiando la posibilidad de implantar nuevos destinos para la capital aragonesa. Concretamente son tres las rutas que podría abrir en los próximos meses y conectarían con Marruecos, el norte de Alemania y, en el ámbito nacional, con Palma de Mallorca. Tres nuevos enlaces para los que, en principio y según fuentes de la compañía consultadas por este diario, se pondrían tres frecuencias semanales.

No obstante, las fuentes oficiales de la compañía ni confirman ni desmienten que se vayan a incorporar estos destinos en breve a su oferta de Zaragoza, aunque al parecer se está barajando abrir estas nuevas rutas "a finales de este año o principios del 2011". No en vano, la empresa de vuelos de bajo coste ya comentó a este diario hace pocas semanas que su programación no estaba cerrada y dejaba abierta la posibilidad de que hubiera novedades en los próximos meses.

En caso de concretarse estos nuevos destinos para Zaragoza, prevé superar ampliamente los 600.000 viajeros en el 2011, ya que sumaría un total de trece rutas abiertas, ocho que ya tiene funcionando (Alicante, Bruselas, Roma, Milán, Londres, Málaga, París y Düsseldorf) más otras dos que se incorporarán a partir de noviembre, a Sevilla y Bolonia, y las tres nuevas conexiones con Marruecos (es muy posible que sea un enlace directo con Fez o Marrakech), Palma de Mallorca y una ciudad del norte de Alemania. En este último caso, "Bremen sería la ciudad con más opciones, al contar con una base de operaciones permanente", señalaron las fuentes consultadas.

En el caso de Palma de Mallorca, Ryanair conseguiría cercar aún más a la compañía Air Nostrum en Zaragoza. Después de que estrenara este mismo año su vuelo con París la firma irlandesa, una ruta que también opera la filial de Iberia, unir en vuelo directo la capital aragonesa con la isla permitiría restarle aún más viajeros en la encarnizada pugna que aún mantiene con la firma española.

Fuente: El Periodico de Aragón