Paciencia. Mucha paciencia. Esa es la virtud que habrá que aplicarse para ver construida la nueva torre de control del aeropuerto de Zaragoza, que demorará de nuevo su puesta en servicio otro año más, hasta 2015, pese a estar el proyecto en redacción. Pero al menos habrá nueva torre, ya que la proyectada en el aeródromo de Huesca ha desaparecido literalmente del proyecto de presupuestos para 2011.

Si en las cuentas de este año aparecía con una partida plurianual de 2,5 millones que se alargaba hasta 2014, ahora ni queda reflejada en los proyectos del ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea.

El tijeretazo del Ministerio de Fomento también afecta de lleno a los organismos dependientes, como es el caso de AENA. La paralización de la citada torre de Zaragoza será total hasta 2013 pese a que se podría licitar la obra en el primer semestre del año que viene: la partida de 2011 solo dará para pagar a la ingeniería que la está diseñando, 191.000 euros, y al año siguiente no se consigna ni un euro.

Hasta el reclamado sistema de aterrizaje con nula visibilidad (ILS de nivel II/III) quedará aparcado por un tiempo. De nada servirá que el proyecto esté en redacción y la contratista deba entregarlo entre finales de año y principios de 2011, porque los 128.000 presupuestados no permitirán acometer la actuación en el próximo ejercicio. De hecho, el grueso de la inversión, que asciende a casi 9 millones de euros, se acometerá en 2012 y 2013, acumulándose un retraso de un año pese a ser una de las condiciones exigidas por la compañía Ryanair para implantar una base de operaciones.

Y otra de las grandes inversiones pendientes en el complejo aéreo de Zaragoza, el desarrollo y mejora del sistema de navegación aérea, también se demorará otros dos años. Los nueve millones no se acabarán así de invertir hasta 2017.

FUENTE: Heraldo de Aragón